El sulfato de cobre es un compuesto que a pesar de tener una variedad de aplicaciones, debe ser manejado con cuidado por los riesgos del uso que conlleva consigo.
Este compuesto pertenece a la familia química de sales inorgánicas de cobre y se caracteriza por su presentación en forma de polvo o cristales de color azul, por este motivo también es conocido como vitriolo azul.
Se utiliza comúnmente en aplicaciones del área de la agricultura, como fungicida y herbicida, aunque también tiene usos en el área de la salud pública como alguicida y en el área de la medicina.
Riesgos de uso
El manejo del sulfato de cobre debe hacerse con mucho cuidado, ya que a pesar de no ser un compuesto altamente peligroso, puede causar daños a la salud si tiene contacto con ciertas zonas del cuerpo humano.
Entre los principales riesgos del uso de sulfato de cobre están los siguientes:
- Compuesto dañino si es tragado
- Causa irritación en la piel
- Causa una seria irritación en los ojos
- Es altamente tóxico para la vida acuática con efectos duraderos
Las personas que trabajan con este compuesto de manera frecuente son las que se encuentran en mayor riesgo, por eso es necesario que sigan las precauciones y utilicen los implementos de seguridad al momento de manejarlo, y que eviten que tenga contacto directo con la piel o los ojos.
Contacto con los ojos
Si el sulfato de cobre llega a tener contacto con los ojos puede causar una irritación severa. Y si la exposición es aguda puede conllevar a problemas más graves en los ojos, como conjuntivitis, opacidad y ulceración de córnea.
En caso de contacto con los ojos es necesario lavar la zona inmediatamente con agua por unos 15 minutos, para así eliminar todo rastro del compuesto. Si la irritación persiste será necesario acudir a un oftalmólogo.
Inhalación
La inhalación de los vapores producidos por el sulfato de cobre es altamente irritante para el tracto respiratorio. Esto se debe a que este compuesto libera humos tóxicos e irritantes cuando es sometido al fuego.
Al inhalar el polvo de sulfato de cobre se pueden irritar las vías respiratorias superiores y la exposición aguda o crónica puede causar perforación del tabique nasal.
Cuando se sospeche de la presencia de vapores del sulfato de cobre será necesario moverse a un área donde haya circulación de aire fresco, y si presenta dificultad para respirar será necesario acudir a un médico de inmediato.
Contacto con la piel
Es necesario utilizar guantes y un atuendo protector cuando se va a manejar el sulfato de cobre, ya que el contacto con la piel puede ser irritante y causar eczemas e irritación en la zona. También puede causar decoloración localizada. Si la persona se encuentra en una zona de alta humedad, el riesgo puede ser mayor.
Si este compuesto llega a tener contacto con la piel es obligatorio quitarse la ropa que se haya contaminado, y lavar la zona afectada con jabón y mucha agua. Será necesario buscar asistencia médica.
Ingestión
Es evidente que el sulfato de cobre no se debe ingerir, porque puede ser altamente nocivo para la salud. La ingestión de este compuesto puede causar gastritis, diarrea, náuseas, vómitos, ulceración del tracto gastrointestinal, daño renal e incluso la muerte, en caso de ingestión aguda de dosis tóxicas.
El sulfato de cobre es un emético, de manera que al ser ingerido provocará el vómito, para así eliminar la sustancia tóxica del cuerpo.
Es obligatorio llevar a la persona a un centro médico para que le realicen el tratamiento adecuado, aunque es posible que sea necesario diluir el compuesto con leche, clara de huevos o carbón activado.